SecuenciaSonar


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C O M U N I C A D O


A mi querido público de lectores y amigos todos, con este pequeño aviso, quisiera por favor que me disculpen pero por motivos estrictamente de tiempo y trabajo que lo necesitaría para terminar y concentrarme sólo en mi segunda novela, en mi blog Flujanz ya no publicaría más artículos ni trabajos literarios hasta durante un tiempo o mejor dicho nuevo aviso. Salvo las producciones musicales y vídeo-clips de SecuenciaSonar, que sí las seguiría divulgando y actualizando cada cierto tiempo en este mismo espacio, así como también en el siguiente link, www.reverbnation.com/secuenciasonar. Por otro lado, no se preocupen que, para todos mis amigos en Facebook y Twitter, seguiré también escribiéndoles como siempre.

En ese sentido, a todos mis fieles seguidores, amigos, lectores y conocidos todos, les pediría que durante este tiempo de ausencia tuvieran también algo de paciencia, que pronto, muy pronto estaría, como siempre, yo y mi excéntrico personaje Flujanz de nuevo con ustedes para seguir deleitando (a unos) o quizá aturdiendo (a otros) con más escritos y ocurrencias mías. Y, bueno, lo fundamental, de paso también ofrecerles, después de mi primera novela ¿Por qué a mí? que ya ha sido publicada también en dos ediciones (2003 y 2008, respectivamente), mi otro gran segundo intento de ficción literaria o, si quieren, llamémoslo una otra historia de esas entripadas mías.


FREDERIC LUJÁN ZEISLER


Alemania, miércoles, 20 de marzo de 2013

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Thursday, April 30, 2009

La victoria sobre uno mismo




Publica Flujanz
por Frederic Luján

Siguiendo ese sabio consejo de Aristóteles que nos dice que considera más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo, ¡carajo!... como en esta vida o mejor dicho en este camino lleno de piedras, a veces o sin querer, uno también se va llenando de enemigos, pues seguiré entonces mejor cagándome de risa de ellos y cantándoles, si quieren, también esta cancioncita:

El traseronómano




El día era soleado y claro, muy propicio para hacer unas buenas tomas fotográficas. Fue así como a nuestro apasionado fotógrafo, Flujanz, no se le ocurrió mejor cosa que sentarse en una de las gradas de esa larga escalera de cemento que sube a la Brühlsche Terrasse –un lugar muy pintoresco en Dresden y de gran afluencia turística-, para esperar nomás el motivo apropiado.

No habían pasado ni cinco minutos y al frente suyo, o mejor dicho seis escalones más abajo, se había acomodado una pareja de jóvenes enamorados que miraban también con sumo interés esa linda plazuela alemana al estilo barroco, ubicada más abajo. A la mujer –algo adiposa y bien despachada de contextura-, más bien se le notaba que no tenía ningún gusto para vestirse: un polo de franela marrón de manga larga con capucha tan apretado, que la mujer parecía una inmensa esponja fofa envuelta en celofán y un pantalón negro de lycra que no le llegaba a cubrir ni la tercera parte de la cintura; con el agregado de que también le colgaban al aire parte de sus obscenas nalgas, reincluso se alcanzaba a ver hasta la raya del trasero y un calzón tipo hilo dental tan diminuto que cualquiera pensaría que no llevaba nada puesto.

“¡Dios mío, que tal metazoario!”, fue lo primero que pensó Flujanz, mientras contemplaba antropomórficamente a la mujer. Sí, así es él, cada vez que ve rarezas como esas se imagina otras cosas. “Bueno, bueno... y yo que quería contemplar ahora la naturaleza desde otro ángulo”, se dijo aturdido.

Flujanz, digamos que no necesariamente excitado pero sí muy concentrado por esa figura que ahora se le había aparecido, sacó su pequeña cámara digital ultra rápida de bolsillo y comenzó a visualizar mejor a esa mujer que tenía como objetivo.

“Perfecto, así, así... Y yo que pensé que la mayoría de estas especies pluricelulares habitaban solamente en el mar”, se decía él mismo y aumentó el zoom del lente para verla mejor. “Mira, tú, ¡qué interesante!... Y todavía presenta una abertura que más parece la raya de un culo. ¿Será acaso su boca? ¿de qué se alimentará? Qué raro, si en el caso fuese así: un metazoario perteneciente a la familia de los Hippospongias, ¿por qué rayos entonces tiene esa forma de pan francés tan definida?” Se preguntaba, inquieto, graduando siempre el lente hacia su objetivo. En ese momento, por lo tremendamente concentrado en que se encontraba, se había hasta olvidado de que la mujer se hallaba también acompañada.

Flujanz, había apretado el botoncito de la cámara como cincuenta veces pero igual sentía la imperiosa necesidad de descifrar más de cerca el gran misterio de esa curiosa abertura de casi diez centímetros de largo y uno de ancho, que presentaba la mujer abajo en el trasero. Así que, perfeccionista como era, bajó dos escalones más y se echo horizontalmente sobre la grada, estirando bien las piernas y apoyando la cabeza con el antebrazo izquierdo doblado, tal como si se asoleara todo orondo al borde de una piscina, para vislumbrar mejor su objetivo.

“Listo, ahora sí creo haber descubierto qué cosa es...”, hablaba solo; intuitivamente se agarraba también la bragueta del pantalón. “¡Un culo!... Sí, eso es, lo sabía: el culo de una inmensa Spongia officinalis” Observaba también su tronco amorfo, lleno de bultos adiposos. “¡Ajá, interesante!... Aún no estoy muy seguro, pero como sé que se trata de un molusco celomado protóstomo, seguro que tendrá por ahí también cavidades tapizadas por células flagelíferas sorprendentemente desarrolladas. Apuesto que si le separamos un poquito más esa grieta lisa que tiene abajo, introduciéndole algo carnoso entre esas dos masas gelatinosas vibrátiles, a lo mejor me toparía también con un orificio peludo que chupe y expele con maña las substancias y otros cuerpos vivos.”

Flujanz, curioso por querer comprobar su hipótesis, se acercó sigilosamente más donde ella, mojó con saliva el dedo más largo de su mano, y, ¡suass! ... se lo ensartó completo como arpón en el culo.

Seguidamente, lo único que alcanzó a escuchar el pobre Flujanz, fue en un destemplado grito de mujer digno de un baladro de jabalí que sufre hambre, diagnóstico que terminó con la intervención inmediata del compañero de ella –un fornido campeón nacional de fútbol americano-, quien tuvo también la patriótica decisión de apalearlo hasta dejarlo inconsciente y luego arrastrarlo de cara pegada al suelo hasta la prefectura.

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Por © Frederic Luján

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Por cortesía del Centro de Unión Latina de Orificios Sucios (C.U.L.O.S.) que el Dr. Flujanz
también tan distinguidamente preside, a continuación le adjuntamos dos interesantes muestras científico-antropomórficas sobre la influencia que tienen los movimientos de esa gran masa esponjosa, dividida por dos cuerpos gelatinosos equidistantes, llamado también cucu, en la sicología del hombre:



Wednesday, April 15, 2009

Sólo para los cristianos

Este, a mí también me han enseñado que Cristo existe, trato de ser sencillo y bueno, no chupo ni fumo, también sufro o mejor dicho cargo siempre mi cruz con dolores (¡y qué dolores!),me acuesto temprano, rezo todos los días el Padre Nuestro y, casi siempre, le confieso también todo a mi mujer, pero, ¡por favor!... ¿que alguien mejor me explique por qué demonios el Papa necesita salir siempre con tanto atuendo y pompa?

Comparen mejor aquí:




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Por © Frederic Luján

Sunday, April 12, 2009

El origen de los huevos de chocolate




Queridos lectores, respondiendo a una inquietud de uno de mis suscritos acerca del origen de los huevos de chocolate de Pascua (en alemán, Ostern), la única razón viable que veo por la que en Alemania les guste, al menos por esas fechas, empacharse siempre con ese dulce hecho sobre la base de chocolate y artísticamente moldeado en forma de huevo, es porque de repente o a lo mejor, uno nunca sabe, por ese gran amor casi paternal que tienen por los animales, en muchos casos, más que hasta a sus propios hijos, su conciencia les obliga a considerar como símbolo festivo (al menos por esos cuatro días sagrados de penitencia y meditación profunda, y, ¿por qué no?, talvez por obra y milagro de Bonifatius, el apóstol de los alemanes), al Oryctolagus cuniculus, comúnmente llamado conejo y ponedor también (curiosamente) de huevos de chocolate. Lo malo, y esto desgraciadamente no lo saben muchos: es que este dulce hecho principalmente de cacaa, cacau, este, digo cacao (disculpen, es que acabo de tener un conflicto cacofónico con la cuarta vocal y decimoctava letra del abecedario), ¡maldita sea!... sí que ajusta los intestinos y saca granos hasta en el culo.

Felices Pascuas,
Flujanz


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Por
© Frederic Luján

Un consejo por Semana Santa

















¡Benditos sean aquellos que sufren siempre de dolores crónicos! Por favor, zámpense entonces, siquiera por estos días, cuatro supositorios diarios de un analgésico fuerte en el culo, y ya está... recen "la oración de la serenidad”, pensando siempre en Jesús que sufrió también por nosotros ya hace como una pila de años en la cruz. Pobrecito.

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Por © Frederic Luján