¡Benditos sean aquellos que sufren siempre de dolores crónicos! Por favor, zámpense entonces, siquiera por estos días, cuatro supositorios diarios de un analgésico fuerte en el culo, y ya está... recen "la oración de la serenidad”, pensando siempre en Jesús que sufrió también por nosotros ya hace como una pila de años en la cruz. Pobrecito.
Publica Flujanz
Por © Frederic Luján
No comments:
Post a Comment