“¿Será acaso que con los cincuenta plus que acabo de cumplir y enfermo hasta las cangallas me haya vuelto desdichado? ... Porque, claro, aprovechando que la histérica y loca esa de mi mujer se ha ido de viaje, quizás podría ser más feliz si es que dejo de masturbarme siempre como un imbécil en el baño y en lugar de eso me tire de una vez a la cocinera esa que está buenísima; o, qué tal si, ahora que mi colesterol ha bajado siquiera un poco, me devorara yo solito una sabrosa pierna de cerdo a la brasa y refrescarme la garganta con un litro de cerveza al hilo. Pero no, mejor no, Flujancito, tú estás jodido. Piensa: esa felicidad o como mierda quieras llamarlo no existe. Termina en el momento en que empieza a manifestarse. Nunca llega a ser una situación continuada: cuando no tienes nada necesitas, cuando tienes algo, temes. ¡MIERDA, qué tal joda!”
Publica Flujanz
Por © Frederic Luján