
Flujanz me pide escribir algo para su blog. Uno de los 120 millones de blogs publicados en la red, con la de que cada día se crean 120.000 más. ¡Cómo si fuera poco! Piense no más que en 1998 el número de blogs en la red, llegaba solamente a 20 y que este crecimiento asombroso se ha dado en 10 años!
Mi incontinencia verbal tendía a decir “No, Flujans, yo no voy a hacer esa pendejada... ¿Qué puede decir un@ cristian@ cualquiera como yo, para ameritar ser leid@ en medio de semejante bololó de letras ...? No soy ni pendeja, ni hebefrénica, condiciones sine qua non para andar por ahí tirando botellas al mar del Internet...”
Como si fuera poco, mi amigo Flujanz tan mordaz, directo, irreverente, cumplido, insensible, benévolo, cínico, sincero, saleroso, alegre, sádico, oscuro, pervertido, brutal, bondadoso, demonio, dios, misántropo, realista y charlatán, para caracterizarlo en pocos adjetivos, no sea que mi hipotétic@ lector@ se mame antes de empezar, me pone una condición: “Escribe sobre cualquier cosa, menos sobre política”... Condición inaceptable para mí, que soy una “animala política”, y digo animala, no por lo bruta para el análisis, NO, aunque también...... sino por llevarle la contraria a la monja machista de filosofía que me enseñó en el elitista pensionado Biffi de Cartagena, que “El hombre es una animal político“, monja que quizás, por no tener el insidioso problema de la @, nunca se preguntó si la mujer también. Sería de por si condición inaceptable, digo, sino fuera el pedido de un dechado de virtudes como ya he descrito, en sus propias palabras, claro, a Flujanz.
Condenada entonces, a complacer al perverso polimorfo, que tan amablemente me hospedaría en su blog, empecé a preguntarme como llenar media hojita con dos ideas, que sin ser políticas, tuvieran la fuerza de inmortalizarme en la conspicua blogsfera. Lo logré y quedaron atrapadas, para la posteridad, como abajo aparecen.
La caca de elefante (1)
La empresa trata dos toneladas de excremento de paquidermo al día, con lo cual logra atender la demanda de Japón, Europa y los Estados Unidos, con este papel compuesto en un 75% de la materia prima animal y en un 15% de cartón reciclado.
Entre los compradores “prominentes” de Máximus, están el presidente de Estados Unidos George Bush, su mujer Laura y Colin Powell ( y espero que las comillas que rodean a la palabra prominentes... no le parezcan a Flujanz un comentario político...)
"Cuando se da una tarjeta de visita impresa en papel a base de caca, la primera reacción es llevársela a la nariz. Eso rompe el hielo", asegura Thusitha Ranasinghe, líder de la empresa Máximus, pero el papel desodorizado no tiene perfume. Lo que no obsta para que un especialista pueda, si se realiza un examen de las fibras del papel, decir lo que el elefante “propietario” de tan particular materia, comió en los últimos días.
La idea puede no oler muy bien pero los negocios marchan. Lanzada en 1997, Máximus ha pasado de 7 a 122 empleados y su volumen de negocios llega ya a19 millones de rupias (338.000 euros) No es un aumento tan espectacular como el crecimiento de la blogsfera, pero de que va, va.
Si a estas optimistas cifras se le agrega que, el acceso a la materia prima es fácil por estar localizada la empresa cerca de un orfelinato estatal para elefantes, donde viven unos 60 animales, las perspectivas son aún más alentadoras.
Y para que mi amable, pero sobre todo hipotétic@ lector@, tenga una idea de las proporciones, que pueden perderse fácilmente tratándose de elefantes, déjenme decirles que diez kilos de sus excrementos, del de los elefantes, digo,
producen aproximadamente 650 hojas en formato A4, lo cual no es poco.
(1) - ¿De qué, sino de caca, escribir cuando te vetan los temas políticos...? ¿No es acaso, lo más parecido?