
Para todos esos chupamedias, tramoyistas, ególatras y acomodados, muy lindas todas esas misivas de felicidad, esperanza y siempre llenas de buenaventura que me mandan por año nuevo y que no dudo que serán también las mismas para los próximos cien años; sin embargo, temo decirles a todos, y a pesar de que me abominen otra vez por inoportuno y aguafiestas, que la única forma de ser feliz en éste y en todos los otros puta de años nuevos, sería de esta única manera: de que se viva sólo para los demás.
Pero bueno, como sé que eso va a ser prácticamente imposible (al menos para la mayoría), esperemos siquiera de que para este año, lapso, periodo o como quieran llamarlo no la sigan cagando, ¡que, carajo, sí que apesta! Además, y aquí por favor trato de no ser hiperbólico, de que para lograr lo que acabo de sugerir líneas más arriba, es cuando también todos nosotros, ateos o no ateos, hijos de su madre, de puta, o cualquier parroquiano de esos que todavía cree en la salvación divina y que los chanchos vuelan, reconozca y comprenda también por lo menos las mismas leyes que viola.
Como complemento a todo esto, si gustan, les invito ahora a que le den también un ojeada al siguiente documental, que me parece que vale la pena también verlo.
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Por © Frederic Luján