Sí, todo eso suena muy interesante, pero en vez de hacer tanta propaganda estúpida de monumentos sin vida, casi todos hechos por megalómanos con delirio de grandeza, por qué no mejor se dedican a salvar la naturaleza tierra, combatir la hambruna, y ser más justos con los que menos tienen. ¿O acaso creen que el subyugador Inca Pachacútec, hijo de un tal Viracocha, reconstruyó ese Cuzco amurallado de piedras gigantes y levantó el templo del Sol, simplemente porque quería dejar (como probablemente diría la UNESCO) un ejemplo para la humanidad?
¡No, por favor! Nada de eso y aquí concluyo: El hombre es y será siempre una mierda y la razón casi segura de que un buen día ya no le rindamos culto a dioses metamórficos (Cristo para unos, Jehová, Buda o Mahoma para otros), sino más bien vivamos una sola y triste realidad: la Apocalipsis. Por más que haya construido y/o construya –según afirman esas fundaciones que dicen apoyar la preservación de los patrimonios culturales- maravillas mundiales como el Machu Picchu, Taj Mahal, templos piramidales, anfiteatros, ciudades empotradas en cerros rocosos, fortalezas divisionistas como la muralla China, o un Cristo brasilero gigante, todo tieso de 28 metros de ancho y no sé cuánto de alto (sino, a ver qué nos comentan los turistas que veranean en playas cariocas con unas negras que... ¡Ay, mulata, tu tembladera de cadera me arrebata!)
¡No, por favor! Nada de eso y aquí concluyo: El hombre es y será siempre una mierda y la razón casi segura de que un buen día ya no le rindamos culto a dioses metamórficos (Cristo para unos, Jehová, Buda o Mahoma para otros), sino más bien vivamos una sola y triste realidad: la Apocalipsis. Por más que haya construido y/o construya –según afirman esas fundaciones que dicen apoyar la preservación de los patrimonios culturales- maravillas mundiales como el Machu Picchu, Taj Mahal, templos piramidales, anfiteatros, ciudades empotradas en cerros rocosos, fortalezas divisionistas como la muralla China, o un Cristo brasilero gigante, todo tieso de 28 metros de ancho y no sé cuánto de alto (sino, a ver qué nos comentan los turistas que veranean en playas cariocas con unas negras que... ¡Ay, mulata, tu tembladera de cadera me arrebata!)
Publica Flujanz
Por Frederic Luján
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